Básicamente aquí expondré unos breves consejos de cómo actuar en caso de estar ante un proctólogo y que este te pida que te bajes los pantalones mientras se pone unos guantes de látex (Uy, qué delicado), algo de lo más inusual y totalmente denunciable.
Primero, nada más te indique sus aviesas intenciones, debes proceder con celeridad a colocarte de espaldas a la pared más cercana mientras te aproximas a la puerta e intentas dialogar con él antes de proceder a la huida. Aquí dejo unas cuantas frases que te serán de utilidad al escapar de semejante pervertido:
- Tienes novia(s), pero si insiste tendrías que hacerle un hueco en tu agenda, por otra parte, muy apretada, y mirarlo en tu base de datos y el ordeñador de sobremesa no lo tienes a mano, que te lo has dejado en los otros pantalones.
- Arguyes que tú sólo te bajas los pantalones ante Hacienda.
- Indícale que, en realidad, no os han presentado y antes, lo correcto, sería pedir tu mano.
- Ponte melodramático y dile que vuestro amor es imposible porque los dardos de cupido ya te han alcanzado y tu corazón pertenece a otro proctólogo.
- Espétale: “Mucho cuidado, Vd. no sabe quién soy yo: El gemelo nonato de Mariano Rajoy”
- Dile: Me he equivocado de puerta, yo “sólo” venía a lo de la operación a corazón abierto sin anestesia, a que me extirpen el huevo derecho y a ser sometido a pruebas de laboratorio de nuevos fármacos contra la diarrea ocasional.
- Sé menos sutil y dale de hostias ahí mismo. Yo creo que pegarle cuatro tiros en el acto está más que justificado y sería considerado como legítima defensa ante cualquier tribunal.
Una vez hayas conseguido salir de la consulta deberás avisar a los demás pacientes de la indecorosa conducta del proctólogo en cuestión y que, además, probablemente debajo de la bata no lleva nada, sólo un liguero.
A continuación, pon una queja en recepción. Ahí, no digo ya que no, a lo mejor te miran raro, probablemente porque no son capaces de entender la problemática, o, quizás, formen parte del mismo complot (primero doblegan tu voluntad introduciéndote un dedo por… y de ahí a la presidencia del gobierno de la nación sólo hay un paso).
La verdad entre éste y el tocólogo yo no me sentiría precisamente a salvo (menudo montón de depravados y salidos).
De todas formas, no hay nada más que ver la etimología de la palabra proctología para entender de qué se trata el asunto. Proctología: del griego logia de Proctor. Vamos una secta o logia masónica de esas raras, probablemente francmasones formada por “proctors” (illuminati desde luego que no, por lo del “agujero negro”).

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